El paisaje urbano de la Zona Metropolitana de Guadalajara va cambiando con el paso del tiempo, los días pasan y cada vez más se observan las famosas torres. Algunas empresas constructoras han optado por adquirir fincas antiguas por el amplio espacio en el que fueron planeadas, como ejemplo, podemos encontrar una esquina con edificios modernos enfrente del Mercado Juárez de la Colonia Americana, la cual rescató la fachada de la propiedad.
Ahora la casa que se pretende rescatar en ese estilo arquitectónico es la Casa Martínez del Toro, la cual fungió en los últimos años como funeraria, por cierto, no tiene nada que ver con el cineasta Guillermo del Toro.
Esta casa es un ejemplo viviente de lo que fue en un tiempo atrás la Colonia Francesa. La finca está ubicada en Av. Hidalgo 1346, esquina con Clemente Orozco, sus propietarios originales fueron Don Francisco de Paula Fernández del Valle y Martínez Negrete (+1930) Marqués Del Valle, título pontificio, y su esposa Doña Joaquina «Quimo» Caro Toledo y Schechenyi (+1961), hija del Marqués de La Romana; sus hijos: María, Joaquina, Pedro y Carlos Fernández del Valle (quienes fueron jugadores del Atlas).
Sus segundos propietarios fueron Don Luis Camarena Morfín y Doña María Palomar y Vizcarra, descendiente del Marqués de Pánuco.
En 1962 la bella finca fungió como la Clínica Santa Rosa de efímera vida; tres años después se estableció la conocida Funeraria Martínez del Toro, la cual se instaló ahí en la década de los años 60, pero ya existía desde antes, lo que la hace contar con más de 120 años de tradición. Cabe decir que este recinto de velación fue pionero en ofrecer servicios funerarios, ya que antes se velaba al difunto en su casa, dicen los bisabuelos que esta funeraria tenía elegantes carrozas que se distinguían por sus colores, si la carroza venía jalada por caballos negros el difunto era hombre, si eran blancos era mujer. Así que en esta gran casa, de la Av. Hidalgo, la ya conocida funeraria tiene alrededor de 60 años establecida.
La elegante finca se caracteriza por su arquitectura francesa. Fue construida en el siglo XIX a mediados de la época porfiriana, resaltando su amplio balcón y la escultura de un ángel. Según el proyecto de construcción contempla el rehuso de la casa como oficinas, respetando su arquitectura, en la parte del estacionamiento y en dos fincas que adquirieron a los lados de la Casa Martínez del Toro se construirán dos torres.
Por lo pronto ya se ve caído un árbol que da al jardín de la finca, esperemos que la empresa constructora respete su plan de inicio, ya que a la vez que crece y se moderniza la Ciudad se va perdiendo el patrimonio arquitectónico.
Facebook: Ada Lorena Guevara León
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