¿Quién tiene derecho a portar un arma?

¿Cuáles son los tres negocios más redituables de nuestra época? El narcotráfico, los fármacos y sin duda, la industria de las armas.

Cada año mueren aproximadamente 33 mil personas por arma de fuego en EEUU. Continúa el fenómeno del asesino serial o el loco con pistola. Ni la tragedia de Newtown hace tres años, en las que murieron veinte niños y seis maestros, incluida la madre del autor del crimen; ni la muerte a balazos de la reportera y camarógrafo en Virginia; ni la matanza en Oregón en pasados días; y recientemente, otra nueva matanza en las universidades de Texas y Arizona.

Hoy en día, cualquier persona puede comprar un arma de calibre militar, adquirirla vía Internet o incluso comprarla en Wal-Mart.

¿No sería mejor que primero se analizara el perfil psicológico de quien desee comprar, por ejemplo, un rifle de asalto? Tanto el asesino de Newtown y Oregón, provenían de padres divorciados, asistieron a colegios con necesidades especiales, ambos padecían el síndrome de Asperger, no tenían novia, vivían con su mamá, mujeres coleccionistas de armas.

En el coloso del Norte, según las leyes sobre el derecho a la posesión de armas, cualquier individuo puede adquirir armas de cualquier calibre con fines defensivos, de escolta, deportivos, etc. Así, EEUU sigue siendo la potencia mundial que no ha querido hasta el momento regular la compra y venta de armas; entre otros motivo, por la intervención de La Asociación Nacional del Rifle Mientras (NRA) que defiende el uso y derecho a poseer armas apoyada por el Partido Republicano. Pero nadie apoya mayores servicios de salud mental. Entonces, ¿quién es el culpable por los frecuentes tiroteos: las armas o los vendedores?

Por fortuna, México es uno de los países más estrictos para el uso y portación de armas, pues la mayoría son consideradas de uso exclusivo del ejército. Con todo, prevalece el mercado negro, sobre todo en el crimen organizado.

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